- Cambio climático
- Agua potable y Saneamiento
- Agua, urbanismo y desarrollo sostenible
- Aguas pluviales
- Gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH)
- Inundación
- Soluciones basadas en la naturaleza (SBN)
Día Mundial de las Ciudades - Por unas ciudades resilientes con OiEau

En la actualidad, el 56% de la población mundial, es decir, 4.400 millones de personas, vive en ciudades, y dado que el número actual de habitantes de las ciudades se está duplicando, se calcula que casi siete de cada diez personas en el mundo vivirán en un entorno urbano en 2050.
Con esta concentración de población, el aumento de las zonas edificadas y la necesidad de un desarrollo coordinado de las infraestructuras vitales (en particular la producción y el suministro de agua potable y la recogida y el tratamiento de las aguas residuales), las ciudades son zonas muy expuestas a las catástrofes y a los riesgos climáticos. En todo el mundo, 1.810 millones de personas (una de cada cuatro) viven en zonas de alto riesgo de inundación, en zonas costeras y llanuras fluviales, zonas densamente pobladas que experimentan una rápida urbanización, especialmente en los países en desarrollo, donde el 89% de la población mundial está expuesta a riesgos de inundación.
Las zonas urbanas tienen un importante papel que desempeñar en la lucha contra los efectos del cambio climático. Deben ser el lugar donde se tomen las decisiones de desarrollo adecuadas para ser verdes, resilientes, sostenibles y seguras. OiEau promueve soluciones en esta línea a través de sus 4 áreas de especialización:
- Apoyo y cooperación técnica e institucional
- Formación e ingeniería educativa
- Gestión de datos y sistemas de información
- Coordinación de redes de partes interesadas
En primer lugar, las zonas urbanas se beneficiarán del restablecimiento del vínculo entre la ciudad y su cuenca: esta conexión tiene por objeto mejorar el conocimiento y la protección de las fuentes de agua dentro y fuera de los límites urbanos, mantener la cantidad y calidad de los recursos hídricos y prepararse para los fenómenos extremos.
Los cambios en la planificación urbana también son fundamentales para aumentar la resiliencia: las medidas naturales de retención del agua (MNRA), la gestión alternativa de las aguas pluviales y el desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza (SBN) son importantes para mitigar de forma sostenible los impactos del cambio climático: escorrentías, inundaciones, sequías, olas de calor, etc.
Estas soluciones deben tenerse en cuenta en el contexto de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH), que concilia la preservación de los ecosistemas acuáticos con la satisfacción de los usuarios.
Por último, la formación y el desarrollo de competencias proporcionan a los profesionales los medios para contribuir a una gestión eficaz y sostenible del pequeño y gran ciclo del agua, en particular en las zonas urbanas sometidas a presión.