Hidromorfología

Globalmente, la hidromorfología estudia las relaciones y las evoluciones concomitantes del agua y los paisajes.

Más específicamente, en el caso de las aguas superficiales, intenta comprender, mediante la observación empírica y la modelización digital, la evolución física de los cursos de agua, sus desplazamientos y meandros, el ahuecamiento o relleno de su lecho por el transporte de sedimentos, las modificaciones de sus riberas y las zonas ribereñas.

En este sentido, la hidromorfología vincula la hidráulica y la geología y, por lo tanto, también incluye los vínculos con los recursos hídricos subterráneos.

En el contexto del cambio climático y de la evolución hacia fenómenos extremos, desde los caudales bajos hasta las lluvias violentas, la hidromorfología ayuda a integrar el conocimiento de los regímenes hidrológicos para mantener la continuidad física, fisicoquímica y ecológica de los cursos de agua, aplicando al mismo tiempo soluciones para gestionar los riesgos de inundación.

De este modo, la hidromorfología irriga el diseño y la implementación de soluciones basadas en la naturaleza (SBN) y la definición de programas de medición sobre los medios acuáticos, en el marco de un enfoque sistémico complejo.

Soluciones como la restauración, la renaturalización de los cursos de agua, el reverdecimiento y la creación de zonas de expansión de las crecidas, permiten limitar el riesgo de inundación, preservar los recursos hídricos y apoyar la biodiversidad acuática y ribereña aplicando los conocimientos de la hidromorfología.