Cambio climático

El cambio climático (CC) afecta al ciclo del agua, alterando las precipitaciones y la temperatura, provocando inundaciones y sequías más frecuentes e intensas, la reducción de la cubierta de nieve y el deshielo de los glaciares. Altera los ecosistemas y eleva el nivel del mar, con los riesgos que ello conlleva.

Debido a sus impactos tanto en los recursos hídricos como en las necesidades de agua, el CC afecta a los sectores de la agricultura, la energía, la pesca, el turismo, la salud y la biodiversidad.

Para garantizar su eficacia, las acciones de adaptación al CC deben aplicarse a todas las escalas, tanto nacional como local, así como a nivel de las cuencas de los ríos, lagos y acuíferos, mediante una gestión coordinada, participativa, solidaria, integrada y sostenible de los recursos hídricos.

En concreto, se trata de desarrollar las capacidades (por ejemplo, la formación sobre los riesgos, la recuperación de las aguas pluviales, las prácticas de riego, la protección de la calidad del agua, el reciclaje, etc.) y los conocimientos sobre la evolución de los equilibrios recurso/necesidad (por ejemplo, las redes de seguimiento e intercambio de datos, los sistemas interoperables de información sobre el agua, las evaluaciones de impacto y vulnerabilidad, los análisis prospectivos de los equilibrios, etc.), reforzar la gobernanza (formulación de estrategias y programas operativos, herramientas de toma de decisiones, instauración de marcos jurídicos, aplicación del principio de «quien contamina paga», etc.), adaptar las herramientas de planificación, desarrollo y gestión del agua, y aumentar la financiación de las acciones climáticas.