- Cambio climático
- Gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH)
- Soluciones basadas en la naturaleza (SBN)
Clima y agua: un desafío global, soluciones locales para territorios resilientes
Con motivo del Día Mundial del Clima, la conclusión es inequívoca: el planeta ya se ha calentado 1,4 °C desde la era preindustrial, una cifra aún mayor en Europa (+2,3 °C) y en la Francia metropolitana y Córcega (+1,9 °C).
Estos aumentos, muy superiores a la media mundial, alteran profundamente el ciclo del agua, provocando una alternancia de sequías severas, episodios de lluvias extremas, inundaciones, estrés hídrico y degradación de los medios acuáticos.
Comprender la relación entre el clima y el agua ya no es un ejercicio técnico: es una condición esencial para garantizar el equilibrio ecológico, económico y social de los territorios.
Clima y agua: cómo el cambio climático perturba nuestro recurso más vital
Los efectos de este desequilibrio son ahora visibles y cada vez mayores.
El ciclo del agua se desincroniza: el agua cae en el momento equivocado, en el lugar equivocado y, a menudo, en cantidades demasiado grandes para ser útil.
Las sequías son cada vez más largas y frecuentes, lo que reduce el caudal de los ríos y el nivel de los acuíferos. Las precipitaciones son más intensas, lo que provoca escorrentías, crecidas repentinas y erosión del suelo.
Los conflictos de uso entre agua potable, agricultura, industria y turismo son cada vez más frecuentes. Por último, los ecosistemas acuáticos se ven debilitados, con el riesgo de pérdida de biodiversidad.
Para hacer que los territorios sean más resilientes, la Oficina Internacional del Agua (OiEau) promueve las Medidas Naturales de Retención de Agua, también llamadas «medidas esponja». Su objetivo: trabajar con la naturaleza, no contra ella.
Las MNRE consisten en
- Ralentizar la escorrentía, para dar tiempo al agua a infiltrarse.
- Almacenar el agua en los suelos y los medios naturales, permitiendo una restitución progresiva.
- Restaurar los ecosistemas húmedos, auténticos reguladores hidrológicos.
- Reducir los riesgos de inundaciones, al tiempo que se mantienen los caudales en épocas de estiaje.
Hay varias prácticas disponibles:
- Renaturalización de ríos, restauración de turberas, creación de zonas de expansión de crecidas;
- Desimpermeabilización de superficies, creación de cubiertas vegetales, instalación de jardines de lluvia en la ciudad;
- Desarrollo de la agrosilvicultura, plantación de setos y franjas de vegetación en entornos agrícolas.
Estas estrategias «suaves» complementan eficazmente las soluciones clásicas, al tiempo que generan beneficios para la biodiversidad, la calidad del suelo y el entorno de vida.
Anticipar los impactos climáticos: datos científicos para informar las decisiones locales
Para elaborar estrategias de adaptación creíbles, es necesario disponer de proyecciones fiables y localizadas. Este es el objetivo de los proyectos Explore2 y LIFE Eau&Climat, en los que participa la OiEau.
Explore2 ofrece una modelización detallada de los impactos del cambio climático en 4000 cuencas hidrográficas de Francia, así como la producción de herramientas que permiten a las colectividades y a los gestores visualizar la evolución futura de su territorio.
El proyecto LIFE Eau&Climat tiene como objetivo permitir la integración de las proyecciones climáticas en los documentos de planificación (SAGE, PCAET, estrategias de cuenca) y acompañar a los actores hacia medidas de adaptación concretas.
Estas iniciativas refuerzan la capacidad de los territorios para anticiparse, planificar y actuar.
La formación: un pilar de la adaptación
Ante la creciente complejidad de los retos relacionados con el agua y el clima, el fortalecimiento de las competencias es una condición indispensable para el éxito.
¿Por qué es imprescindible la formación?
- Los gestores del agua deben dominar nuevas prácticas: soluciones basadas en la naturaleza, gestión integrada, planificación adaptativa, resiliencia climática...
- Los servicios de agua y saneamiento se enfrentan a retos operativos cada vez más técnicos.
- Los territorios deben contar con profesionales formados, capaces de anticipar los riesgos y aplicar soluciones eficaces.
Desde hace 40 años, la OiEau acompaña a los profesionales (operadores públicos y privados, gestores, representantes electos, industriales, actores institucionales, agencias del agua y de la salud, etc.) en el proceso de mejora y adquisición de conocimientos y habilidades de sus equipos, para una gestión eficiente y sostenible de los pequeño y grande ciclos del agua. Formar a ingenieros, técnicos y responsables políticos significa dotar a los territorios de los medios necesarios para anticiparse y actuar ante las crisis climáticas.
La OiEau también desempeña un papel central a escala internacional, a través de la Red Internacional de Organismos de Cuenca (RIOC), de la que es Secretaría Técnica, y de su Coalición de Bali, una iniciativa nacida durante el Foro Mundial del Agua 2024. Esta Coalición trabaja para identificar las necesidades de competencias, estructurar la oferta mundial de formación y promover la idea de que la formación es una inversión estratégica, no un coste. Acelera la transformación del sector del agua a escala internacional.
La dinamización de las redes de actores: un acelerador de innovaciones y buenas prácticas
La adaptación climática no puede tener éxito sin la solidaridad entre territorios y sin la cooperación entre actores. Por eso, la animación de redes constituye uno de los principales motores de la OiEau.
Gracias a las redes, es posible compartir experiencias en tiempo real entre las colectividades, los investigadores y las oficinas de estudios, los operadores y las asociaciones.
Se favorece la co-construcción de proyectos territoriales, especialmente a escala de cuencas hidrográficas, incluidas las transfronterizas, así como la difusión de soluciones basadas en la naturaleza, herramientas de ayuda a la toma de decisiones y experiencias sobre el terreno.
Los seminarios web, las plataformas en línea y el intercambio de prácticas contribuyen a mejorar las competencias de los actores locales.
Al dinamizar estas redes, la OiEau refuerza la coherencia de las políticas hídricas y facilita la difusión a gran escala de las soluciones más eficaces.
Es un motor esencial de la resiliencia colectiva.
Construir hoy la resiliencia hidrológica del mañana
Para adaptarse a los efectos del cambio climático, cada territorio debe replantearse su forma de gestionar el agua. Esto pasa por la adopción de nuevas prácticas, como la restauración de los entornos naturales, el despliegue de infraestructuras verdes, el restablecimiento de la permeabilidad en las ciudades y la modernización de los servicios de agua (lucha contra las fugas en la red, uso de sensores para un seguimiento continuo, etc.).
Para permitir el desarrollo óptimo de estas soluciones, es esencial apoyarse en la formación y las redes de actores, e integrar las proyecciones climáticas en la planificación.
Gracias a su experiencia, sus proyectos, sus herramientas y su papel de facilitador, la OiEau acompaña esta transformación global. El agua es fundamental para nuestra adaptación. Saber gestionarla de otra manera es preparar un futuro más seguro para los territorios y sus habitantes.