Datos y SIA, herramientas de decisión: el enfoque innovador de OiEau

Publicado el 21/04/23

Paul HAENER, Ingeniero en Ciencias y Técnicas del Agua, se encarga desde hace más de 30 años de los proyectos de Sistemas de Información sobre el Agua (SIA), desarrollados internacionalmente por OiEau.

Presenta el enfoque de nuestra asociación de interés general, en materia de datos, producción y puesta en común de conocimientos, verdadera herramienta de decisión.

¿Cuáles son las características del enfoque de OiEau para la creación del SIA?

Una de las principales características de las acciones de OiEau, y ésta es nuestra gran diferencia con muchos proyectos de SIO llevados a cabo por otras organizaciones, es que ¡no intervenimos sólo para crear una herramienta!

Nuestro punto fuerte es que adoptamos un enfoque cooperativo y de desarrollo de capacidades. Nuestro objetivo es ayudar a nuestros socios a desarrollar una visión a largo plazo mediante el desarrollo de la cooperación interinstitucional, aprovechando las capacidades, procedimientos y sistemas existentes de cada socio, en una situación en la que todos salen ganando.

Nuestro estatuto de asociación de utilidad pública contribuye a ello.

Los socios no nos ven como consultores que sólo vienen a instalar o vender una SIA, sino como una organización que viene a acompañarles. Esto les ayuda a colaborar y a abrirnos las puertas más fácilmente, en términos de acceso a la información.

En este contexto, las acciones de sensibilización llevadas a cabo aguas arriba por la RIOC son también muy importantes y facilitan nuestros contactos. En efecto, esta plataforma de intercambio de conocimientos y experiencias está compuesta por 192 Organismos-Miembros (organismos de cuenca, administraciones gubernamentales encargadas del agua, organizaciones de cooperación bi o multilateral) y Observadores Permanentes de 88 países.

Entre sus misiones figura el apoyo a las iniciativas de organización de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) a nivel de cuenca, para conciliar el crecimiento económico, la justicia social, la protección del medio ambiente y de los recursos hídricos y la participación de la sociedad civil, así como el apoyo al desarrollo de la GIRH.

Es importante subrayar que nuestras acciones sobre la GIRH se insertan a menudo en los proyectos de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) de la OIAgua.

Deben considerarse como un instrumento fundamental para la implementación de las políticas del agua. La GIRH no puede lograrse sin datos, y la falta de acceso a los datos provoca a veces importantes pérdidas económicas.

Ocurre regularmente que podemos poner en marcha acciones piloto sobre proyectos de GIRH, y que nuestros interlocutores se dan cuenta de que tienen una necesidad importante de reforzar la gestión y el intercambio de datos entre instituciones.

Nuestra lógica no es centralizar los datos, sino poner en red a los actores que los producen para que acaben compartiendo su información, apoyándose en sus sistemas de información existentes. Esto garantiza la sostenibilidad de la puesta en común. En efecto, cuando se crea un SI centralizado, una vez terminado el producto, ya no hay cooperación. Esto crea frustración entre los actores que han proporcionado datos porque a veces no reciben ninguna respuesta. Por el contrario, uno de los puntos clave de la metodología de OiEau en términos de apoyo es el refuerzo del trabajo entre las partes interesadas.

Esta metodología se aplica tanto a nivel nacional como internacional. Nuestra idea es reforzar cada sistema nacional para facilitar su integración a nivel internacional. Esta misma lógica puede aplicarse también entre el nivel territorial o de cuenca y el nivel nacional.

Actualmente trabajamos en una decena de proyectos en relación con una veintena de países. Los proyectos duran entre 6 meses y 3 años y tratamos diferentes temas.

Organizar el acceso a la información sobre el agua no sólo es útil para planificar y gestionar los recursos hídricos, o para organizar el suministro de agua potable, sino también para muchas otras cuestiones, como el regadío, la energía, la adaptación al cambio climático, la gestión de riesgos, las inundaciones y las sequías...

Todo ello requiere datos fácilmente accesibles, de calidad controlada y actualizados con regularidad.

¿Cuál es el origen de este enfoque específico de OiEau?

A partir de 1993, la OiEau contribuyó a la puesta en marcha de la Red Nacional de Datos sobre el Agua (RNDE) y del Servicio de la Administración Nacional de Datos y Sistemas de Referencia sobre el Agua (SANDRE) en Francia.

Los actores franceses de la gestión del agua habían tomado conciencia de la dificultad de gestionar correctamente los recursos hídricos cuando el acceso a los datos no está organizado eficazmente.

El Ministerio y las 6 Agencias del Agua decidieron entonces crear la RNDE (precursora del SIA actual) apoyándose en OiEau para organizar la red de asociaciones y coordinar los aspectos técnicos, en particular a través del SANDRE.

La lógica de OiEau en el seno de la RNDE era liderar el diálogo entre los actores del agua y desempeñar un papel de asistencia técnica, para que los datos producidos por cada uno pudieran ser accesibles y utilizados para la gestión de las cuencas, a escala regional y nacional.

Enseguida nos dimos cuenta de que el problema que OiEau abordaba en Francia, a través de la RNDE/SANDRE, afectaba en realidad a todos los países.

Cualquiera que sea el país, una gestión eficaz de los recursos hídricos implica disponer de datos, no sólo sobre los recursos hídricos, en cantidad, calidad, aguas superficiales y subterráneas, sino también sobre las infraestructuras, los usuarios y los usos.

Siempre están implicados varios ministerios y participan sistemáticamente múltiples actores a distintos niveles: local, de cuenca, nacional e internacional. Al final, esto constituye un rompecabezas en el que cada cual dispone de una parte de los datos necesarios y los gestiona a su manera.

Así pues, nos hemos esforzado por retomar la lógica de la RNDE(SIE)/SANDRE adaptándola a los contextos encontrados a escala internacional.

La principal diferencia es que, desde los años 90, la financiación de la RNDE/Sandre y luego de la SIE/SANDRE por parte del Ministerio y de la Oficina Francesa de Biodiversidad(OFB) ha sido recurrente y ha estado impulsada por una voluntad ministerial de organizar todo esto.

En cambio, en los países en vías de desarrollo, esta voluntad y sensibilización son más escasas, los recursos son limitados y las acciones suelen planificarse en el marco de proyectos a corto plazo.

Desde hace unos 5 a 10 años, los responsables políticos son más conscientes de la necesidad de organizar la gestión de los datos. En la mayoría de los países, existe una verdadera dificultad para desarrollar una estrategia, como por ejemplo en Francia, con la puesta en marcha del Esquema Nacional de Datos sobre el Agua en el que participan varios ministerios.

Así pues, nuestro reto consiste a menudo en conseguir demostrar a corto plazo el interés de la puesta en común, de sentar a los actores en torno a la mesa, de conseguir que compartan la información, en particular buscando acuerdos beneficiosos para todos con vistas a acciones sostenibles, todo ello con resultados visibles y útiles.

¡No olvidemos que esta estrategia ha tardado más de 20 años en construirse en Francia!

¿Cómo consigue OiEau convencer de la necesidad de compartir estos datos, cuando el proceso operativo y de concienciación puede ser tan largo?

OiEau tiene un papel de asistencia técnica y demostrador.

Debemos tener resultados a corto plazo para que nuestros interlocutores tomen conciencia del interés de compartir datos. Lo que les interesa es tener una demostración visual y concreta del valor añadido de organizar una gestión de datos integrada y compartida que sea útil para la toma de decisiones y la información pública.

A medida que avanzaban los proyectos, desarrollamos una metodología que combinaba apoyo organizativo y técnico, con procedimientos y herramientas.

Uno de los primeros pasos al iniciar un proyecto en una nueva zona geográfica suele ser hacer balance de la situación, analizando quién hace qué, qué forma adoptan los datos existentes y sobre qué necesidades podremos mostrar cosas concretas.

A continuación, a menudo nos vemos abocados a crear plataformas que faciliten la integración y el enriquecimiento mutuo de los datos disponibles, directamente vinculadas a los sistemas de información de los productores de datos. Todo ello sin que los socios tengan que cambiar su metodología ni sus propios sistemas de información.

De hecho, no se puede imponer, ni esperar, que proporcionen sus datos en un formato común.

Los proyectos tienen una duración demasiado corta, a menudo no existen sistemas de referencia nacionales ni elementos lingüísticos comunes y las organizaciones implicadas no suelen disponer de los recursos humanos y materiales necesarios para adaptar sus sistemas y procedimientos.

Concienciamos a los socios de la necesidad de sistemas de referencia comunes y elementos lingüísticos comunes como el SANDRE.

En la práctica, a menudo nos vemos obligados a conectarnos a fuentes de datos que no están armonizadas de entrada, y a aplicar procesos automáticos de homogeneización "sobre la marcha" al integrar los datos en la plataforma.

Esto se hace mediante tablas de correspondencia que tienen en cuenta los conceptos y códigos utilizados por los distintos productores.

También es importante dejar la responsabilidad de la gestión de los datos en manos de cada productor. Esto nos lleva a desarrollar procesos de interoperabilidad e integración automática entre los sistemas de información de los socios y la plataforma de integración, a través de servicios web y API. Esto permite acceder a los datos actualizados periódicamente por los productores.

Una vez integrados en la plataforma, los beneficiarios pueden cruzar datos, identificar incoherencias y reforzar los procedimientos de control de calidad, mientras que los datos pueden utilizarse de diversas formas: mapas y cuadros de mando dinámicos, informes, boletines informativos, enlaces con herramientas de modelización, por ejemplo.

Por último, cabe señalar que cada vez se integran más datos satelitales, ya sea para la vigilancia cuantitativa (altimetría espacial), la calidad del agua o el seguimiento de los usos.

Así pues, pasamos de una situación de dispersión, falta de homogeneidad y de puesta en común de los datos a una situación de datos gestionados y accesibles por los productores nacionales de datos.

Estas conexiones directas con las bases de datos nacionales permiten consultar automáticamente las últimas actualizaciones realizadas por los productores.

Descargar gratuitamente

El "Manual sobre los sistemas de información sobre el agua: administración, tratamiento y explotación" publicado por la RIOC en colaboración con la UNESCO.


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