Evolución normativa en la producción de agua potable: Entrevista con Rémi Thalamy, formador a la OiEau

Publicado el 14/02/23

Una ordenanza relativa al acceso y la calidad del agua potable fue firmada el 22 de diciembre de 2022 por el Presidente Francés. Transpone la Directiva Europea 2020/2184, del 16 de diciembre de 2020, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, cuyo objetivo es establecer nuevas normas para prevenir los riesgos de contaminación del agua potable.

¿Qué implican estas evoluciones para los distintos agentes del agua? ¿Cómo se adapta nuestra oferta de formación a esta nueva normativa? Rémi Thalamy, encargado de formación y estudios a la OiEau, responde a nuestras preguntas.

¿Cuáles son las evoluciones normativas en Francia en materia de producción de agua potable?

La directiva europea sobre la calidad del agua destinada al consumo humano se enmendó en 2020. Los Estados miembros disponían de dos años para incorporarla a su legislación. Como resultado, los cambios se incorporaron a la legislación francesa a finales de 2022.

Hay nuevos parámetros, pero también evoluciones en los parámetros que ya existían en la regulación sobre el agua potable. Hay nuevos valores normativos que se han implantado desde el 1 de enero de 2023, y otros que se implantarán a partir del 1 de enero de 2026, como el control sanitario. Deberíamos saber más pronto.

Entre las novedades, figura la aplicación de planes de gestión de la seguridad sanitaria del agua (WSSMP) y una evolución en materia de autocontrol, que concierne a los análisis efectuados por los operadores.

¿Este desarrollo responde a alguna ambición en particular?

Esta normativa se refiere principalmente a la calidad del agua. Por ejemplo, responde al problema de los compuestos perfluorados, también conocidos como "contaminantes eternos", que se encuentran en casi todos los departamentos franceses.

¿Qué implica concretamente esta evolución para las autoridades locales y también para los agentes implicados en su trabajo diario?

Para las autoridades locales que utilizan aguas superficiales, el control será bastante drástico, sobre todo en lo que respecta al parámetro de turbidez, que mide la turbidez del agua debida a las partículas. En cuanto se trata de aguas superficiales, ríos o aguas potencialmente influidas por las precipitaciones, los operadores están obligados a controlar la turbidez. Este control no es necesariamente eficiente en la actualidad.

En cuanto a la cloracióna altos niveles, se pide a los operadores que vigilen los subproductos de la cloración, ya que el cloro, combinado con ciertas moléculas orgánicas que a veces están presentes en el agua, forma compuestos indeseables. Habrá algunos cambios en la elección de los métodos de desinfección.

La gestión de los riesgos sanitarios recae en el propietario del proyecto. Se confían muchas responsabilidades a los operadores, ya que el objetivo de estos planteamientos es anticipar todas las posibles disfunciones y saber cómo prevenirlas, pero también cómo responder a ellas y limitar el impacto que puedan causar. Esta evolución afecta a la organización del trabajo, a los métodos operativos de los operadores e incluso la formación de los agentes. A nivel de las autoridades locales, habrá un mayor control del delegado responsable de la explotación de las plantas de tratamiento.

A la OiEau, ¿cómo se han adaptado los cursos a esta evolución de la regulación?

Hemos trabajado en la actualización de nuestros documentos sobre la regulación para las formaciones del catálogo que comenzarán a finales de febrero. Actualizamos sistemáticamente nuestros cursos cuando se producen estos cambios en la regulación francesa o avances técnicos.

Así pues, la formación se adaptará para los próximos alumnos, especialmente la formación sobre los procesos de producción de agua potable y la elección de los métodos de tratamiento del agua potable. Sin duda habrá autoridades locales, que hasta ahora cumplían la regulación, que tendrán que adaptar sus métodos de tratamiento.

¿Cuáles son las contribuciones del nuevo piloto OiEau, para una mejor práctica de los gestos profesionales?

Se creó para renovar un piloto que tenía 43 años. El objetivo era, por un lado, rehabilitar un sistema que estaba envejeciendo y, por otro, integrar un cierto número de elementos, entre ellos la posibilidad de comparar materiales de filtración y de simular disfunciones, por ejemplo aumentando la velocidad del flujo de agua para evaluar las consecuencias sobre la calidad del agua que sale de la planta.